Por: Francisco González
Psicólogo
Director Departamento de Ciencias de la Conducta Humana
SER de Puerto Rico
Enfrentar los cambios ocurridos luego de un desastre natural es difícil para todos, pero puede presentar un reto particular para las familias que incluyen uno o más miembros con autismo u otros trastornos del neuro-desarrollo. Es importante recordar que estas personas también sufren de los efectos del desastre y requieren de atención y apoyo para manejar sus pensamientos, emociones y conductas de forma apropiada.
- Tomar en consideración el nivel de desarrollo y la capacidad de comprensión del menor antes de determinar que estrategias se deben utilizar.
- Mantener la calma. Los niños perciben el estado emocional y la ansiedad de quienes le rodean.
- Cuando posible, utilice preguntas para identificar los pensamientos y las emociones del niño. No obligue a los niños a hablar.
- Utilizar explicaciones simples, claras y concisas para proveerles aquella información que sea necesaria o para aclarar dudas que puedan surgir.
- Evitar exposición a información innecesaria, incluyendo aquella provista en los medios.
- Proveer oportunidades y espacio para que el niño participe de actividades de su disfrute.
- Mantener la estructura y las rutinas usuales hasta donde les sea posible o desarrollarlas de acuerdo a las circunstancias actuales, incluyendo periodos para la alimentación, el aseo, el sueño y el disfrute.
- Cuando posible, proveer explicaciones y apoyo previo a cambios significativos, y monitorear conducta y emociones al transcurrir los mimos.
- Uso de agendas visuales puede facilitar los cambios y transiciones.
- Establecer límites apropiados con respecto a la conducta, particularmente con respecto a aquellas situaciones que presentan potencial de riego a la salud o seguridad del menor.
- Ser consistente y firme en la implementación de la disciplina y estrategias de manejo conductual, pero fomentando la calma, la tolerancia y la seguridad física y emocional.
- Identificar necesidades sensoriales y actividades que cumplan con las mismas.
- Reconocer conductas de riesgo asociadas a las particularidades en procesamiento sensorial y tomar medidas para evitar accidentes.