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Por: Yarimar Marrero Rodríguez

En el mes de junio queremos compartirles la historia de Nelson Díaz Guevarez, padre de tres hijos, entre ellos, David Díaz Díaz, de 12 años, quien fue diagnosticado con autismo a los 3 años. Su atípica dinámica intrafamiliar, que incluye el apoyo incondicional del hermano mayor, José Abraham Díaz, de 21 años, es un ejemplo de que aún luego del divorcio, la familia puede seguir siendo un equipo por el bien de los hijos.

Nota: En adelante las respuestas a las preguntas de parte de Nelson Díaz serán precedidas por la palabra padre y las repuestas de José Abraham serán precedidas por la palabra hermano, en relación con su parentesco a David, respetivamente.

YMR: ¿Qué es para ti la paternidad?

Padre: Para mi ser padre es compromiso. En mi caso lo fui desde los 18 años y soy padre de tres, Nelson, José Abraham y David, que es el que está aquí en la Escuela de SER. Ha sido un poco cuesta arriba, pero no vienen libros para ser papá. He ido aprendiendo en el camino. Todo ha sido una enseñanza y Dios me ha dado fuerzas. Uno a veces se cansa, pero cuando tú los ves reírse se te va todo y uno dice tengo que seguir. Todo lo que yo no recibí de niño, decidí dárselo a mis hijos.

YMR: ¿Cómo describe su experiencia al ser padre de un niño dentro del espectro autista?

Padre: Fuerte. Al principio cuando diagnosticaron a David a los tres años había dos opciones: o rendirse o decir, bueno vamos a enrollarnos las mangas y los pantalones y tirar pa’lante.  Ahora que tiene 12 años puedo decir que ha sido una experiencia bien enriquecedora. Hemos aprendido tanto con él. Hay veces que la mamá, María Díaz Moronta, el hermano o yo, estamos decaídos y él simplemente se sienta al lado, te hecha el brazo y a uno se le olvida todo. Ahora entiendo que no hay por qué tener barreras, somos todos, uno.

YMR: Abraham ¿cómo describes tu experiencia al ser hermano mayor de un niño dentro del espectro autista?

Hermano: Cuando diagnosticaron a mi hermano yo no tenía conocimiento del autismo, pero mis papás me fueron enseñando y fui aprendiendo sobre todo del mismo David. Al principio si no podía entenderlo siempre pedía ayuda a mi padres. Cuando él no sabía decir las cosas aprendí a interpretarlo. Nosotros como hermanos compartimos todo. No hay un lugar al que yo vaya sin él. Salgo con unas amistades y David va conmigo, voy a hacer compra y va conmigo, es que si no me lo llevo se me monta en el carro (comenta entre risas).  Una de las veces hasta me lo llevé conmigo a las clases de la universidad. Nos encantan los videojuegos, el baloncesto, la lucha libre, son cosas que compartimos.  Si te enseño una foto mía de niño y de David cuando nació, verás que somos idénticos. Me veo reflejado en él y él en mí.

YMR: ¿Cuáles han sido tus mayores retos y satisfacciones como padre de David?

Padre: Al principio tenía muchos tabúes, yo pensaba, ¿aprenderá, podrá hablar mejor, será funcional?  He visto tanto avance en él. Gracias a Dios, su mamá ha estado bien presente con él también. Aunque nosotros nos divorciamos seguimos siendo un equipo brutal. Yo doy mi conocimiento y ella es maestra y por eso abarca mucho más, también está su hermano que lo enseña y nos ayuda en todo. Verlo aprender cada día, el que se pueda mover, pueda hablar, verlo leer, él va superando cada etapa y no deja de sorprendernos. Los mayores retos también han sido las mayores satisfacciones.

Hermano: Yo añado sobre mi hermano que todo lo que empieza, él lo termina, es muy perseverante. David tiene prácticas de Taekwondo, baloncesto y natación y, por ejemplo, si comienza a las 6:30 y no ha terminado aún sus asignaciones, él te dice que no se va hasta que termine la tarea.

YMR: ¿Qué servicios ha recibido David en nuestra Organización?

Padre: La mamá de David se enteró de SER por la radio y la prensa y comenzó a hacer todas las gestiones. El nene comenzó aquí desde el Proyecto Expresión cuando tenía 5 años y hasta ahora que ya va para séptimo. También ha cogido terapia del habla, terapia ocupacional y la psicológica la está tomando actualmente.  Él está encantado con la Escuela, tiene amigos, porque él es súper sociable. David hizo tremendo click con Miriam, la terapista del habla.  Ella siempre nos escribía, tanto a la mamá como a mí, de lo que le estaba trabajando en la terapia y eso después se lo reforzábamos en la casa.

Hermano: Recuerdo que lo último que le dio Miriam fue compresión de lectura y ella nos ofreció ejemplos de cómo trabajarlo en la casa, le poníamos películas y le preguntábamos sobre el argumento y si entendía qué estaba pasando. También mi mamá lo pone a leer cuentos, novelas por su cuenta y le hacemos preguntas.

YMR: Tengo entendido que es padre soltero, comparte la crianza de David con su madre y en esa dinámica se incluye la ayuda del hermano mayor, cuéntenos un poco de su organización intrafamiliar.

Padre: Sí soy padre soltero. David está una semana con la mamá y una semana conmigo. La pelea de nosotros no es por estar libres los fines de semana, la pelea es porque los dos queremos más tiempo con él. Siempre tratamos de manejar las mismas reglas en ambas casas. Cuando no tiene tareas y está con la mamá esa semana ella lo pone a leer y cuando está conmigo yo también le doy lecturas porque eso hace la diferencia. Otra regla que compartimos es que cuando David está conmigo o con la mamá, de lunes a jueves él no juega PlayStation, puede jugar de viernes a domingo hasta las 6 de la tarde. Ella es la que lo trae todas las mañanas a la escuela y yo soy quien lo recojo, no importa en qué casa esté. Todos queremos estar con él, la pasamos brutal, nos reímos en cantidad. Los mismo puedes jugar con él PlayStation, que jugar ajedrez o juegos de mesa o vemos una serie. Y lo que no sabe uno se lo enseña. David aprende muy rápido.

Hermano: Siempre tomo mis clases en la universidad después de las ocho por si hay alguna emergencia poder estar con David. Quiero aclarar que María es la mamá de David, pero no es mi madre biológica, de todas formas, yo le digo a todo el mundo que ella es literalmente mi mamá porque me crio desde los tres años. Cuando mi hermano está esa semana con ella yo me voy para allá y así ayudo en los dos lados. Al final el que más tiempo pasa con David soy yo.

YMR: ¿Qué consejo le darías a otras familias de padres divorciados que crían hijos con diversidad funcional?

Padre: Los hijos van por encima de los problemas personales. La mamá y yo podemos tener diferencias, pero a la hora de criar a David tenemos que buscar un happy medium por el bien de él. Cuando vamos a hablar de alguna situación con David buscamos que él no esté, porque, aunque uno no lo crea, ellos son una esponja y si ven a papá o mamá molestos eso puede ponerlo nervioso. Lo único que se puede hacer después de divorciados para que la cosa funcione es ser panas. En los cumpleaños de David estamos los dos, a los amigos del nene los conocemos los dos. Nosotros tenemos una relación de que hay veces que estoy saliendo del trabajo y María cocinó y ella me pregunta si he comido y me dice —pues vente pa’ acá para que comas con nosotros.

YMR: Nelson cuéntame un momento significativo que hayas compartido con tus hijos.

Lo más reciente fue que fuimos juntos, los tres, al Choliseo a ver la lucha libre. Desde chiquito a David le gustaba y no esperaba nunca poder verlo en vivo. La pasó súper brutal y verlo reírse, gritar, aplaudir, vivirse todo, fue especial. Verlo disfrutar en los torneos eso me llena. Además, verlo ser tan independiente. Disfruto hasta las cosas sencillas. Los otros días yo me levanté y él ya se había hecho el desayuno, se hirvió dos huevitos y un Hot dog él solo, porque lo vio por YouTube. Si hay una cosa que la mamá y yo tenemos claro es que para corregir a David tenemos que corregir a José, porque él no nos imita a nosotros, él imita a su hermano.

YMR: Abraham cuéntame un momento significativo que hayas vivido junto a tu hermano.

Hermano: Yo disfruto tanto verlo ahora en las prácticas de baloncesto y admirar cómo se ha desarrollado, cómo se desenvuelve. Al principio él no entendía las reglas y yo tenía que hacer todas las prácticas con él, entrar a la cancha, a veces estaba cansado y no me quería ni parar y ahora ver que lo hace solo es un gran logro. Incluso, recuerdo que David veía un programa que se llamaba “El capitán calzoncillos” y para que a él le comenzara a gustar yo un día me puse una toalla en el cuello y empecé a correr por toda la casa en calzoncillos.  Yo soy su modelo a seguir y eso me llena de orgullo. Nos tapamos las cosas todo el tiempo, porque esa es la conexión que tenemos como hermanos, (comenta entre risas).

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